Ingreso a la División El Teniente en el año 1975, donde ejerció
diversos oficios prácticos hasta llegar a ser Jefe de Turno sondajes Mina,
posteriormente emigro a Ingeniería Mina como Analista de Ingeniería
especialidad Ventilación de Minas Subterráneas e industrial. En Abril de 1999
se retiró de Codelco Chile, sin embargo, prontamente volvió a la Minería a
través de diversas empresas privadas en la especialidad de Ventilación en Minas
Subterráneas e Industrial.
Premios Obtenidos:
Primer lugar Zona Sur en Concurso de Poesía Laboral
“Javiera Carrera”, 1982
Primer lugar en Poesía Concurso Primer de cuento y Poesía
Minera Cuprum, 1985Gran Premio Cuprum en Poesía, 1985
Primer lugar Poesía en Vivencia de la Montaña, 1991
Mención Honrosa en Primer Concurso Cuento y Poesía de la Minería, 1998.
Ingreso a Sociedad de Escritores de Chile en 1982. y fue Miembro Fundador el Circulo Literario Fénix, Rancagua.
Libros
publicados:
Sewell, Cántaro Quebrado, poesía 1980
Lunarasca poesía 1985
Las Hojas del Viento poesia 1989
Historia Sindicato Sewell y Mina
Ensayo Histórico 1989
Ensayo Histórico 1989
ElHumo Ensayo
Histórico 1989
Cuentos desde las Cenizas Cuentos 1991 con otros autores
Historia de una Tragedia
Ensayo Histórico 1998
Ensayo Histórico 1998
Marea Profunda (Poesía) 2013
(editado en Bilbao,España, editorial A.Rossell)
(editado en Bilbao,España, editorial A.Rossell)
Horizonte Poesía 2013
La Luna de los Trigales Poesía 2013
Mareas Profundas Poesía 2014
HORIZONTES
Me dije varias veces, esperando que la noche fuera benigna con este
poeta, que necesitaba salir de este silencio de 15 años, que era tiempo de
volver entre tantos poemas que fueron emergiendo desde el océano insondable de
mi corazón argonauta. En cierto modo estuve en ese desierto que de pronto nos
da la vida en medio de tanta vida, siempre he sido un despojado de ciertos “sentimientos?” como es la envidia y
el egoísmo, y por ello desde mi ostracismo lirico, no por decisión propia, sino
por desilusión de la gente, desde un estado larvario emergí nuevamente con alas
renovadas, pero el mismo vuelo planetario, para tirar en el camino semillas
poéticas, para quien tuviera sed bebiera, para quien tuviese hambre, comiese,
para quien soñara imposibles, para quien amara verdades, para quien tuviese
locura, y para quien la pasión fuese una hoguera…(si me olvide de alguien,
inclúyase).
La mujer representa un alto concepto en la poesía romántica, sensual o erótica,
y esa imagen de virginal tentación seduce al poeta que la desnuda en las
palabras para poder poseerla como un verbo, cuya conjugación se debe soñar con
el corazón, y a través de la cual el hombre –amante puede tocar de algún modo a
su creador en su propio templo.
Amar a una persona, es amar en cierto sentido a Dios, el poeta se
sumerja en ese océano sin olas, pero de una profundidad inmedible tratando de
encontrar las respuestas a sus interrogantes existenciales, pero halla en ese
ser semejante pero diferente, que es la Mujer, su propia carne. No en vano,
ella, diosa o demonio, nos fue robada por el creador de nuestro costado, para
que sea el lenguaje del universo. Más allá de la entrega carnal, está la
entrega del alma que exige al hombre-amante una entrega en la misma medida en
que se le da esa carne, ese territorio santo y único, en una llamarada que los
consumirá a los dos, en un solo nudo, donde vuelven a ser carne y verbo.
Escribir poemas de amores sensuales cuya desnudez de lenguaje, no puede ser ensuciada por crudos vocablos, no es fácil, es complejo y revela una parte del poeta mismo que ha vivido el amor, no como un acto mecánico sexual, sino como un devoto creyente que solo a través de la mujer, es posible rozar algo de la esencia creadora del universo: Dios.
El corazón es un navegante. Los sentimientos que nos viven y que en el gredal cálido húmedo de los deseos y pasiones, late libremente como un pájaro enjaulado que nos quema viva las entrañas. Nadamos en oleajes comprometidos de vientos y furia, que en un silencio lenguaje en la sangre caliente nos habla, que cuan lava en pronta erupción, nos sacude desde el alma, nos muerde con dientes feroces de una jauría de lobos embrujados en luna llena.
Mareas profundas nos mueven los sentimientos, navegamos en oleajes que abruman nuestra pequeña barca, ciegos y hambrientos náufragos de nuestros propios sueños somos, secretos amores, secretos deseos de carne, secreta sensualidad nos define los instintos salvajes por un beso, una caricia, una mirada o quizás por un simple gesto de ternura. Mareas profundas navegamos cuando el Amor y todo lo que con él, se mueve y se quema, lo vivimos en carne abierta y viva.
A veces en esas mismas
profundas corrientes naufragamos sin piedad, y en esas mismas olas en furia
somos felices.
En este nuevo libro quise
navegar a plena vela desplegada contra viento y marea, llevando mi poesía a
desnudarse cuan amante bajo hechizo de luna, y quemar en pira de carne viva
deseos y suspiros, besos que matan y miradas que evaporan, sin dejar de
beatificar los sentimientos de la mujer amante y compañera, proclamando templo
sagrado su cuerpo y salmo bendecido su altar. Me es imposible no verlo y
sentirlo de otra manera, fiel a este sentimiento que la mujer provocas en mi
estado alquímico o geológico o astronómico, lo que sea y como sea como se
llame, pero que cuan big bang carnal estalla en la primavera de mi poesía,
poesía tal vez imperfecta pero sincera, pecadora quizás pero verdadera en las
cuerdas de mi laúd que me late aquí en el pecho.
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