El mar se acerca a mis pies
y los toca
con la suavidad de un
gigante, sus
olas corren detrás del
viento como
tres caballos sueltos, ruge
fuerte
esta tarde.
Las gaviotas vuelan lejos y
los barcos
se posan sueltos sobre el
oleaje, aferrando
sus velas a esos vientos
que conocen el
amor de los puertos, donde
mi barco
encontró tu amor una tarde.
En la arena yace tu cuerpo
y sobre tu
cuerpo, enredado entre esos
largos
brazos que la vida te dio
para que
me amaras, esta mi pecho
atado.
La noche cae silenciosa más
allá del
horizonte y en tus labios
ese beso que
se asoma al final de la
tarde, se acerca
a mí y toca mis labios,
como ese mar
grande y profundo que se
acerca a la
playa esta tarde.
Ricardo Jhalet
Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario