domingo, 30 de noviembre de 2014

EL MAR

Te vi muy de madrugada
Tu hermosura entorpeció mis pasos
Mi boca enmudeció, no dijo nada
Y te fuiste tendiéndome tus brazos.
Bailabas con la luz de la mañana
Ofreciéndole al sol que te ilumina
Pinceladas de azul con diamantina
Blanca espuma tus pies acariciaba.
No pude más y encaminé mis pasos
Temeroso llegué a lo más profundo
Fue celestial  sentirme entre tus brazos
Y escuchar tu  mensaje para el mundo.
Fueron muchos y muchos los lugares
Recorridos a gran velocidad
Y al igual que en mi tierra los mortales
Encontré destrucción e impunidad.
La condena de tanta y tanta especie
A morir lentamente y sin razón
Por descuidos de manos inconscientes
Que tan solo los mueve la ambición.
Puede ser que sintamos muy profundo
Sus quejidos con desesperación
No han servido los hombres del mañana
Son mejores con un gramo de acción.
Y esos mares que son nuestra riqueza
Aunque rujen, jamás podrán hablar
Yo le brindo mi grito de protesta
Y mis manos para aliviar su mal.
           María José Lezama
                México

No hay comentarios:

Publicar un comentario