jueves, 6 de noviembre de 2014

MAR


Hablo sin conocerlo...
Lo imagino por palabras prestadas que lo acercaron a mí.
Lo sé majestuoso, imponente, generador de vida
que misteriosamente late en lo profundo.
De aguas rumorosas, agitadas, palpitantes,
que acercan a la playa espuma blanca
que se diluye en miles de formas increíblemente bellas
Mis pies descalzos que imaginariamente
caminan por la arena dejan huellas efímeras
que al instante borran con fuerza las olas
que acarician constantemente las arenas doradas.
La playa salpicada de caracoles que brillan como tesoros,
bajo el sol perezoso, es un hermoso cuadro salido solo de la mano de Dios.
Su sonido acalla mi voz que le grita desafiante,
su fuerza me hace pequeña me anula, me subyuga, me envuelve
con fresca brisa con olor a sal.
Ya de noche la luna destella en su quietud
y se refleja en ese espejo infinito que mece en viento,
Añorado mar algún día te acariciaré y sé que ese día
me trasmitirás la fuerza con la que existes desde el principio de la vida.

                                                           Valentina Landa

                                                          San Juan - Argentina

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