Me tuviste en tu vientre antes que yo lo supiera,
hubo gotas que dieron vida
a mis ojos expectantes,
soles confundidos en la mansa orilla
resquebrajaban tu marcha.
Marcha azul,
sacrificio de pureza,
líquido amniótico que acariciaba mis manos
un obsequio desinteresado de Él: que tanto da.
Algas bordeaban paz, amor, bondad
y un arco iris se hizo pacto con Noé
compromiso incorruptible.
Espumas brillaban en noches sin luna
y ese aroma inconfundible a verdad
me bronceó el alma.
Concebida con dulzura inexplorada
te observo y ofrezco una plegaria
por todos aquellos que te asisten.
Sandra Taragán
Uruguay.
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