Mar desmelenado,
juguetón verdiazul,
que festejas la vida
con espumantes movimientos,
que vienen y van.
Olvida a estos, tus parásitos,
que urden a cada instante
mil formas para hacerte daño,
contaminarte o hacerte sucumbir.
Perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Su ignorancia y ambición los enceguece.
Juran ser tus dueños.
Amedrentan y capturan a tus hijos.
Horadan tus profundidades.
Emponzoñan tus aguas, pensando
que son ajenos a ellas.
No saben que con su accionar
están socavando su más triste
Y fatídico final, porque tú y ellos
son una simbiótica entidad.
© María Rosa Rodriguez Araya
Antofagasta - Chile.
Gracias...quedó súper.
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