miércoles, 3 de diciembre de 2014

TIERRA Y MAR, ORIGEN DE LA VIDA.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra y la tierra estaba sin orden, vacía había tan solo tinieblas sobre la faz del océano, un Viento de Dios aleteaba sobre las aguas del cosmos y con voz inmortal llego y Dijo:
Que se  haga un firmamento.
Separando las aguas de las aguas una arriba  de la otra asemejado la imagen de un espejo, Cielo y Mar.
Aquellas aguas  ajuntadas en un solo lugar dejan al descubierto suelo seco y a ese suelo seco se le llamo TIERRA y a las aguas recogidas se le llamo MAR.
Un vestido  azul cubre el cuerpo de la novia tierra y las olas que vienen y van con su blancura dan origen al hermoso velo de espuma.
Ambicioso de su belleza el hombre acaricia la textura de La cálida arena, que con sensualidad  invita a hombres y niños a jugar sobre ella.
En un ritmo constante de latidos que vienen y van, dejan al descubierto la creación del viejo anciano. El segundo día de los 7.
Se escucha el canto oceánico que viene acompañado con el viento, olor a salitre emana todos los elementos que dio origen a la vida, mira las aguas espejo del cielo y de sus profundidades emergen las palabras.
Conóceme tal cual soy.
¡Soy la  vida!  Responde en un bramar golpeado con furia la roca.
¡Soy fuerza vital!  Torrente sanguíneo que hace bombear el corazón del planeta, la sangre que circula por los capilares, venas, arterias de todo ser viviente.
¡Soy vida!
Mírate en mi espejo y  el agua le dice al hombre, eres Agua de mar.
Tu sangre humana líquido vital es parte de todos mis elementos, mi fluido celeste recorre tus venas, estoy  regado en ti, soy la sangre azul teñida de rojo.
Soy el plasma del planeta, la célula madre del cosmos, Influyo sobre todos los procesos vivos de la tierra, desde la savia de las plantas a los torrentes sanguíneos de todas las especies, Soy aire que se origina dentro del fitoplancton marino  obsequiando oxígeno.
Soy el principio de la existencia, el eslabón de la vida que le abrió el paso a tus huellas por la arena.
Mi constante bramar te habla buscado tocar el centro de tu alma para que despierte tu conciencia, quiero hacerte  recordar la alianza entre el cielo y mar.
La noche brilla con la luz de luna y en la distancia puedo ver tu imagen reflejada en mi espejo, Como olas  voy hacia a ti en cada movimiento de tu sombra tu bailas en la ignorancia y yo te sigo repitiendo, Poco o casi nada se sabes de mí.
Oídos sordos tiene el humano que no escucha a su madre tierra.
Sin mí tú no existes, te niegas a escuchar.
No se le puede pedir más  aquel que no es capaz de explorar su propio universo interno.
Irreverente con ínfulas de grandeza quieres imponerte ante mí con gallardía.
Aun no te das cuenta que soy yo el que te proporciona el aliento a tu miserable existencia.
Te sientes con poder y continúas envenenándome, irrespetuosa es tu osadía al solo verme como balneario, el facilitador de tus prácticas acuáticas, el proveedor de alimento cuando vas de pesca.
Yo soy el todo y sigues sin escuchar.
Hombre insolente que irrespetas la vida, que será de ti si yo dejo de existir.
Tú que contaminas a mansalva mis aguas, sin mí no hay vida, sin mí no existes.
Soy la vida de toda existencia.
Soy el éter.
Tierra y mar originan la  vida.
Autor: Andrea Lissette Farías
Caracas - Venezuela






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