que el hombre no se atrevió a postergar
el mar está cansado de heridas
y lo vemos su furia elevar
reclama frente a todas las orillas
deslava las tierra con su andar
ya no son caricias de su espuma
son zarpazo de defensa triste da.
Traficaron sobre su piélago los hombres
por dinero sus ansias sin piedad
contaminación del oro negro, del plástico
Y matanzas siniestras sobre el mar
Desbocado el caballo salvaje de sus aguas
Levantó tus montañas de dolor
¿por qué crees que ruge un gigante
que el hombre no supo respetar?
Inmensidad de llanto que se une
Abrazado a la tierra
Cinturón amenazado que se agita
Con la zozobra de la tempestad
Marisa Aragòn Willner
Argentina
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