Tu vaivén araña la dura roca
ruges en una letanía interminable
el eco de tu voz se desgarra
ante el implacable daño
es el descontrol del hombre
que fiero y voraz se esconde,
entre lunas y soles.
Hoy el inconsciente siembra
siembra la semilla del caos en tus aguas
sembradío de despojos
despojos que hieren y destrozan tu esencia.
Esperamos un profundo milagro
milagro de naves nuevas que surquen tus olas
marineros con maletas cargadas de espumas blancas
y despertares cristalinos de azul celeste
que no lastimen esas magestuosas profundidades
de algas y de coral.
Ana María Göede
Chile
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